viernes, 27 de enero de 2012

Bienvenidos a la Dictadura del siglo XXI

En estos días está en boca de todos el tema de la censura en Internet. En esta entrada, me gustaría dar mi punto de vista sobre este polémico asunto.

Comienzo por analizar el cierre del gestor de descargas de archivos más importante: Megaupload.



¿Quién no ha recurrido alguna vez a este servidor para descargar una película o un episodio de su serie favorita? ¿Quién no ha alucinado con su velocidad de descarga y sus ilimitadas descargas de archivos?

La noticia ya no es nueva: el FBI ha ordenado el cierre de este gestor de descargas y ha detenido a sus creadores por un delito de lucro a costa de violar la propiedad intelectual de todos los archivos que manejaban.

Todo el revuelo montado con este suceso se ha visto agravado con la nombrada y renombrada ley SOPA de EEUU, con la cual se pretende evitar el fenómeno de las descargas por considerarlas ilegales y castigar a todo aquel que se descubra llevando a cabo una descarga o proporcionando enlaces de descarga (entre otras cosas). Esta ley guarda un cierto parecido con la ley SINDE española, pero es bastante más estricta.

El enlace que voy a dejar a continuación es un vídeo que ofrece una buena explicación de la ley SOPA: http://www.youtube.com/watch?v=5fvwoHKj6cs

Por suerte, de momento la ley SOPA no va a ser aprobada, pero no se descarta que en un futuro vuelva a ser propuesta, vulnerando los derechos de los usuarios en Internet.

No obstante, el cierre de Megaupload ha dado lugar al miedo, y muchos servidores similares o páginas que ofrecían enlaces a servidores de descargas han comenzado a cerrar o a retirar todos esos enlaces. Ya es muy complicado o casi imposible dar con una página en la que puedas ver un episodio de tu serie favorita o una película de la que te perdiste su estreno en los cines.

A la luz de estos hechos, me planteo la siguiente pregunta: ¿Para qué sirve Internet si no es para la compartición de recursos?

Internet supuso una revolución en su día (y lo sigue siendo), puesto que se abrían un montón de posibilidades al acercar la información a todo aquel que dispusiera de una conexión de red en su domicilio o en su área de trabajo.

¿Qué hay de malo en compartir una canción o una película con alguien? No estamos hablando de comercializar esa copia (copia != imitación o fraude) y obtener un beneficio con ella, sino de compartir entre usuarios de Internet algo de interés general, que es el objetivo de esta red de redes.

A pesar de todo, siempre hay alguien que pretende sacar beneficio de este hecho, pero no seamos ingenuos: como usuarios de Internet tenemos unos derechos, y no debemos permitir que se vulneren con esta clase de censura en forma de "leyes".

Esta es mi humilde opinión como usuario de Internet: no a la censura, sí a la compartición de recursos en la red.




Un saludo y hasta la próxima entrada ;).
comentarios

0 comentarios :

Publicar un comentario